viernes, 17 de octubre de 2008

"El contrabandista" - Cuento Popular del Oriente Cercano

El inspector de aduanas estaba seguro de que el hombre traía contrabando pero no lograba probarlo. Una y otra vez lo detenía en la frontera y hacía revisar su recua de mulas. Una y otra vez sus ayudantes le aseguraban que los fardos traían paja y nada más que paja. Varias veces, sospechando que el hombre había sobornado a algunos de los revisores, abrío él mismo los fardos, uno por uno. Quizá se trataba de algo pequeño pero muy valioso, como un contrabando de perlas o de esencias orientales, y la recua de mulas no era más que un elemento distractivo. Más de una vez revisó a fondo al hombre, lo hizo sacarse toda la ropa, buscó en las alforjas de las mulas, entre los arneses. pero nunca, a lo largo de veinte años, pudo encontrar nada que justificara sus sospechas. Día tras día el hombre volvía a pasar sonriente con su carga de paja.
El funcionario terminó por retirarse de su trabajo. Eran ya dos ancianos cuando se encontraron un día en la plaza del mercado.
- Estoy tan seguro como siempre de que usted traía contrabando. Ése fue uno de los grandes enigamas de mi vida. Ahora que ya nada tiene importancia, por favor, dígame si era verdad.
- Por supuesto-le contesto el hombre-. Contrabandeaba mulas.


"Cabezas contra el asfalto" - Samanta Schweblin

Si golpeás mucho la cabeza de alguien contra el asfalto -aunque sea para hacerlo entrar en razón-, es probable que termines lastimándolo...

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